Alfonsina Y El Mar Midicorreo Por la blanda arena que lame el mar, su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio, llegó hasta el agua profunda. Un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe Dios qué angustia te acompañó, qué dolores viejos calló tu voz, para recostarte arrullada en el canto, de las caracolas marinas. La canción que canta, en el fondo oscuro del mar, la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, que poemas nuevos fuiste a buscar, una voz antigua de viento y de sal, te requiebra el alma y la está llamando. Y te vas hacia allá como en sueños, dormida Alfonsina, vestida de mar. Cinco sirenitas te llevarán, por caminos de algas y de coral, y fosforescentes caballos marinos, harán una ronda a tu lado. Y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lámpara un poco más, dejame que duerma, nodriza en paz, y si llama él no le digas que estoy, dile que Alfonsina no vuelve. Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido. Te vas Alfonsina con tu soledad, que poemas nuevos fuiste a buscar, una voz antigua de viento y de sal, te requiebra el alma y la está llamando. Y te vas hacia allá como en sueños, dormida Alfonsina, vestida de mar.