Canción Última Joan Manuel Serrat Pintada, no vacía, pintada está mi casa, del color de las grandes, pasiones y desgracias. Regresará del llanto, adonde fue llevada, con su desierta mesa, con su ruinosa cama. Florecerán los besos, sobre las almohadas. Y en torno de los cuerpos, elevará la sábana, su intensa enredadera, nocturna, perfumada. El odio se amortigua, detrás de la ventana. Será la garra suave... Dejádme la esperanza... Dejádme la esperanza... Dejádme la esperanza... Pintada, no vacía, pintada está mi casa.