Cuéntale Don Omar Andábamos, cuéntale de tú y yo, y de una vez confiésale, que te perdió. Andábamos, cuéntale de esta pasión, porque ya yo no esperare, o le dices tú, o le digo yo. De ti, de mi, de mi, de ti. De ti, y de mi, de mi, de ti, de ti, de mi, de mi, y de ti. De ti, de mi, de mi, y de ti. De ti, y de mi, de mi, de ti, de ti, de mi, de mi, y de ti. Ay! cuéntale que ya tu boca, pide mi’ besos que la vuelven loca, y háblale de esas otras cosas, de los poemas y también las rosas. Háblale de esas tus salidas, dale en las noche pa’ verme a escondida, y ya no le digas más mentiras, confiésale que tú hoy en día eres mía. De ti, de mi, de mi, de ti, De ti, y de mi, de mi, de ti, de ti, de mi, de mi, y de ti. Ay! de ti, de mí, de mí , y de ti. De ti, y de mi, de mi, de ti, de ti, de mi, de mi, y de ti. Ay! háblale, de lo que hicimos y cuéntale como nos sentimos. Confiésale, que somos uno, que yo te di lo que él no pudo. Y háblale de lo que hicimos y cuéntale como nos sentimos. Confiésale, que somos uno, que yo te di lo que él no pudo. Y que el negro se menea, se menea, se menea, se menea, se menea, se menea, se menea, se menea. Te vuelves loca cuando, bailotea, machaquea, como el negro se menea. Te vuelves loca cuando, bailotea, machaquea, como el negro se menea. Andábamos, cuéntale de tú y yo, y de una vez confiésale, que te perdió. Andábamos, cuéntale de esta pasión, porque ya yo no esperare, o le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo. O le dices tú, o le digo yo.