El Cortejo Juancho El Charro Qué triste se ve la choza, con cuatro cirios y un ataúd. Una mujer llorosa bebe, de golpe su juventud. Se escucha entre susurros, frases cortadas de una oración. Una pequeña juega, con su inocencia junto al cajón. Una viejita llora con llanto rojo del corazón. Mientras que un hoyo frio, está esperando en el panteón. Adiós, ya se fue el hermano, que en la carrera ya no siguió. Lleva entre sus manos, el cirio joven que se apagó. Ya cumplió el contrato, que un día firmara cuando él nació. Triste ya va el cortejo, que ha de ponerle punto final. A una presencia inquieta, que vino al mundo por bien o mal. y para él no hay llanto, ni luz ni risa ni pan ni sal. Y mientras que la tierra, lo va cubriendo con la verdad. Y el cielo se ha vestido, con una capa de oscuridad. Gotas de llanto bañan, nuestras mejillas en orfandad. Adiós, ya se fue el hermano, que en la carrera ya no siguió. Lleva entre sus manos, el cirio joven que se apagó. Ya cumplió el contrato, que un día firmara cuando él nació. Adiós, ya se fue el hermano, que en la carrera ya no siguió. Lleva entre sus manos, el cirio joven que se apagó. Ya cumplió el contrato, que un día firmara cuando él nació.