La Luna Y El Toro Micaela La luna se está peinando, en los espejos del río, y un toro la está mirando, entre la jara escondío. Cuando llega la alegre mañana, y la luna se escapa del río, el torito se mete en el agua, embistiendo, al ver que se ha ido. Y ese toro enamorado de la luna, que abandona por la noche la maná, es pintao de amapola y aceituna, y le puso Campanero el mayoral. Los Romeros de los montes, le besan la frente, las estrellas de los cielos, le bañan de plata. Y el torito que es bravío, de casta valiente, abanicos de colores, parecen sus patas. La luna viene esta noche, con una bata de cola, y un toro la está mirando, entre la jara y la sombra. Y en la cara del agua del río, donde duerme la luna lunera, el torito celoso perdío, la vigila como un centinela. Y ese toro enamorado de la luna, que abandona por la noche la maná, es pintao de amapola y aceituna, y le puso Campanero el mayoral. Los Romeros de los montes, le besan la frente, las estrellas de los cielos, le bañan de plata. Y el torito que es bravío, de casta valiente, y el rocío de las flores, le lavan la cara. El rocío de las flores, le lavan la cara.