MARIA DE LA O Para mis manos tumbagas, pa’ mis caprichos moneas. Y pa’ mi cuerpo lucirlo mantones bordaos, vestios de seda. La luna que llovía, la luna que neva’. Que pa’ eso mi payo ha visto mas parnes que tiene un sultán. Envidio tu suerte, me dicen algunas al verme lucir. Y no se desplome la envidia que ellas me causan a mí. María de la O, que desgraciaita gitana tu eres teniéndolo to’. Te quieres reir y hasta los ojitos los tienes moraos de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita dejaste a la gitana que fué tu querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Es la crucecita que llevas a cuestas María de la O. Para su sed fuí el agua, para su frío candela. Y pa’ su Cristo Gitano, un cielo de amores con luna y estrellas. Querer como aquel nuestro, no hay en el mundo dos. Maldito dinero que así de su vera a mí me apartó. Serás mas que reina me dijo a mí el payo y yo lo creí. Mi vida y mi oro daría yo ahora por ser lo que fuí. María de la O, que desgraciaita gitana tu eres teniéndolo to’. Te quieres reir y hasta los ojitos los tienes moraos de tanto sufrir. Maldito parné que por su culpita dejaste a la gitana que fué tu querer. Castigo de Dios, castigo de Dios. Es la crucecita que llevas a cuestas María de la O.