Mujeres divinas Vicente Fernández Hablando de mujeres y traiciones, se fueron consumiendo las botellas, pidieron que cantara mis canciones, y yo cante unas dos en contra de ellas. De pronto se me acerca un caballero, su pelo ya pintaba algunas canas, me dijo le suplico compañero, que no hable en mi presencia de las damas. Le dije que nosotros simplemente, hablamos de lo mal que nos pagaron, que si alguien opinaba diferente, sería porque jamás lo traicionaron, que si alguien opinaba diferente, sería porque jamás lo traicionaron. Me dijo yo soy uno de los seres, que más ha soportado los fracasos, y siempre me dejaron las mujeres, llorando y con el alma hecha pedazos. Más nunca le reprocho mis heridas, se tiene que sufrir cuando se ama, las horas más hermosas de mi vida, las he pasado al lado de una dama. Pudiéramos morir en las cantinas, y nunca lograríamos olvidarlas, mujeres, oh! mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas... Mujeres, oh! mujeres tan divinas, no queda otro camino que adorarlas...