Popurrí Café Quijano Midicorreo Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Es un local, de mala muerte donde se juntan, cada noche los de siempre. Se escriben guiones, novelas negras, se escriben páginas, de trucos y maneras. Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Se abre la puerta, se hace la niebla, entre los humos, y perfumes alguién entra. Unos se miran, otros preguntan, quién es el tipo, que parece el mismo Buda, quién es el tipo, que parece el mismo Buda. En una esquina, un presidiario, busca una barra, enfrente hay un notario. Un separado, con una viuda, hace pareja, con la amiga de la viuda, hace pareja, con la amiga de la viuda. Y hay decano también, y un abogado también, y un policía, rodeado de ladrones. Y una princesa, y una portuguesa, que en nada quedan, si se quitan los tacones. Y hay decano también, y un abogado también, y un policía, rodeado de ladrones. Y una princesa, y una portuguesa, que en nada quedan, si se quitan los tacones. Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Turururum, Turururum, Turururum, Tururum, Tururum. Te gusta engañar, te place mentir. Te ensucia el ayer y el hoy por venir. Se salen tus guiños, tus malos caminos. Se temen tus vicios, tu falta de oficio. Se fueron tus nervios, las voces, los genios. Lloramos la pena, que fué tu condena. Mi turno es vivir, el tuyo dañar. Y nunca cumplir, nada de ná. Nada de ná, ni mucho ni poco. Te quedas mirando, la vida pasar. Que te pueden dar, siendo marionetas, de tan poca tela, quién se va a fiar. Nada de ná, ni mucho ni poco. Te quedas mirando, la vida pasar. Damisela, falsa y bella, si en tus carnes, yo estuviera, no quisiera, ni siquiera, imaginarlo, damisela. Nada de ná, ni mucho ni poco. Te quedas mirando, la vida pasar. Que te pueden dar, siendo marionetas, de tan poca tela, quién se va a fiar. Nada de ná, ni mucho ni poco. Te quedas mirando, la vida pasar. Nada, nada, nada de ná. Nada, nada, nada de ná. Nada, nada, nada de ná. Nada, nada, nada de ná. Dame de esa boca, lo que nadie me dió regálame un recuerdo, con tu sabor, que nazca de tus labios, y resbale después, permíteme que pueda, de tu cuerpo beber. Dame de esa boca, lo que nadie me dió regálame un recuerdo, con tu sabor, que nazca de tus labios, y resbale después, permíteme que pueda, de tu cuerpo beber. Te callas y miras, estás seria, muy seria, pero no te escondes, con gusto respondes. Me gusta que esperes, no te desvistas, soñar tus placeres, tenerte a la vista. Y cierro los ojos, sabiéndote en mí, me olvido del tiempo, disfruto y te siento. Me sabes a siempre, y siempre me sabes, no quiero fallarte, ni que tú me falles. Dame de esa boca, lo que nadie me dió regálame un recuerdo, con tu sabor, que nazca de tus labios, y resbale después, permíteme que pueda, de tu cuerpo beber. Dame de esa boca, lo que nadie me dió regálame un recuerdo, con tu sabor, que nazca de tus labios, y resbale después, permíteme que pueda, de tu cuerpo beber. Y aquella luz sobre su boquita aquel sabor nadie me lo quita. Y aquella luz obre su boquita aquel sabor nadie me lo quita.