Popurri Revolución (Adelita, Carabina 30-30, Rielera) Juancho El Charro En lo alto de una abrupta serranía, acampado se encontraba un regimiento, y una moza que valiente los seguía, locamente enamorada del sargento. Popular entre la tropa era Adelita, la mujer que el sargento idolatraba. Porque a más de ser valiente era bonita, que hasta el mismo coronel la respetaba. Y se oía, que decía, a aquel que tanto la quería. Y si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra, si por tierra en un tren militar. Carabina treinta, trienta, que los reveldes portaban, y decían los maderistas, que con ella no mataban. Con mi treinta, trienta, me voy a marchar, a engrosar las filas de la revelión, si mi sangre piden, mi sangre les doy, por los habitantes de nuestra nación. Gritaba Francisco Villa, donde te hayas Argumeto, ven paráteme aqui en frente, tú que nunca tienes miedo. Con mi treinta, trienta, me voy a marchar, a engrosar las filas de la revelión, si mi sangre piden, mi sangre les doy, por los habitantes de nuestra nación. Adiós, adiós, lucero de mis noches, dijo un soldado, al pié de la ventana. Me voy, me voy, no llores ángel mío, que volveré, mañana. Ya se divisa en el oriente el alba, ya se tiñe de rojo la mañana, y en el cuartel, tambores y cornetas, están tocando, diana. Tengo mi par de caballos, para la revolución, uno se llama El Canario, y otro se llama El Gorrión. Yo soy rielera, tengo a mi Juan, él es mi vida, y yo soy su querer. Cuando me dicen, que ya se vá el tren, adiós mi rielera, se vá tu querer. Adiós mi rielera, se vá tu querer. Y si Adelita quisiera ser mi novia, y si Adelita fuera mi mujer, le compraría un vestido de seda, para llevarla a bailar, al cuartel.