Romancillo De Mayo Joan Manuel Serrat Por fin trajo el verde mayo, correhuelas y albahacas, a la entrada de la aldea, y al umbral de las ventanas. Al verlo venir se han puesto, cintas de amor las guitarras, celos de amor las clavijas, las cuerdas lazos de rabia, y relinchan impacientes, por salir de serenata. En los templados establos, donde el amor huele a paja, a honrado estiércol y a leche, hay un estruendo de vacas, que se enamoran a solas, y a solas rumian y braman. La cabra cambia de pelo, cambia la oveja de lana. Cambia de color el lobo, y de raíces la grama. Son otras las intenciones, y son otras las palabras, en la frente y en la lengua, de la juventud temprana. En la frente y en la lengua, de la juventud temprana. Van los asnos suspirando, reciamente por las asnas. Con luna y aves, las noches, son vidrio de puro claras. Las tardes, de puro verdes, de puro azul, esmeraldas. Plata puras, las auroras, parecen de puro blancas, y las mañanas son miel, de puro y puro doradas. Campea Mayo amoroso, el amor ronda majadas, ronda establos y pastores, ronda puertas, ronda camas, ronda mozas en el baile, y en aire ronda faldas.